La respuesta a esta pregunta depende de muchos factores. Para empezar diremos que existen varias maneras de dar uso a una instalación fotovoltaica propia. Pero para un pequeño usuario la modalidad que se configura como más interesante es la denominada autoconsumo por balance neto.
El funcionamiento es el siguiente. El usuario costea una instalación fotovoltaica que no tiene que ser necesariamente de grandes dimensiones. Durante las horas del día, su generador fotovoltaico estaría produciendo energía eléctrica; si el usuario no está en casa, esta energía sería inyectada a la red pública y contabilizada por un contador de doble sentido. Por la noche el usuario podría hacer uso de la energía que su sistema ha producido tomándola de la red sin cargo alguno. De este modo, la red funcionaría como una enorme batería ficticia.
Ahora analicemos el funcionamiento desde otro punto de vista. Imaginemos que nuestra instalación fotovoltaica es de unos 400 Wp, es sábado y estamos en casa. Los paneles están recibiendo radiación solar (supongamos la máxima posible) y nuestro consumo instantáneo es de unos 600 W. Como nuestra instalación no es capaz de hacer frente a un consumo superior a 400 W, estaríamos tomando los 200 W que nos faltan de la red. Es decir, nuestro contador estaría registrando una entrada de energía eléctrica desde la red hacia nuestra casa, estaría "girando" en la dirección que nos ve como consumidores.
Supongamos que apagamos algunos electrodomésticos hasta que el consumo instantáneo de nuestra casa es de 400 W. En esta situación, toda la energía que estuviésemos produciendo se consumiría instantáneamente y ninguna energía exterior sería necesaria. Nuestro contador estaría parado como si no hubiese nadie en casa y todo nuestro consumo no supondría costo alguno para nosotros.
Por último, supongamos que apagamos algunas luces y nuestro consumo disminuye a 100 W. Como nuestra producción es de 400 W, los 300 W restantes estarán siendo inyectados en la red y el contador empezará a "girar" en sentido contrario, es decir, estaría descontando kWh del totalizador. En esta situación desde la red pública se nos ve como productores de energía.
Este hecho de que un mismo usuario pueda ser productor y consumidor de energía es lo que ha dado lugar al término prosumidor.
Esta interesante modalidad de autoconsumo está en forma de borrador y la normativa que la desarrolla se espera de forma inminente (verano de 2013).
El problema de los contadores
Si os habéis dado cuenta, en la descripción hecha más arriba he entrecomillado la palabra "girando" cuando he hecho alusión al funcionamiento de los contadores. En realidad los antiguos contadores analógicos son unidireccionales y en caso de tener que contabilizar energía positiva o producida se bloquearían, no dejando constancia de la energía saliente inyectada a la red, por lo que estaríamos regalando nuestra producción a la empresa comercializadora.Por otro lado, los nuevos contadores digitales que se están colocando, a pesar de que sí son capaces de totalizar en ambos sentidos registrando el consumo neto, parece que previamente han de ser configurados para ello en fábrica. Esta configuración no se está llevando a cabo y los contadores digitales que se nos están instalando vienen con la configuración por defecto, es decir aquella que contabiliza la energía producida como energía consumida. Por tanto, de usar nuestro nuevo contador para una instalación de este tipo, nuestra energía inyectada en red aparecería como energía consumida por nosotros.
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